Subtotal: $
CajaCafeína para la consciencia
En el sufrimiento, el propósito de Dios es que el mundo divise el amor de Dios actuando por medio de su gente, en respuesta al sufrimiento. Al contemplar su pena, la primera cosa que un mundo ateo debe ver es la mano de Dios extendida hacia él. Y nosotros, como el cuerpo de Dios en este mundo, somos esas manos. ¡Qué llamamiento maravilloso: manifestar el amor de Dios a un mundo dolorido! Qué gran responsabilidad, porque si la gente no ve el amor de Dios en nosotros, tal vez no lo verán nunca. El Dios todopoderoso ha elegido obrar en la tierra por medio de su pueblo: mediante nuestras oraciones, nuestros hechos, dones y manos.