Al oír esto, Jesús les contestó: —No son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos. Pero vayan y aprendan lo que significa: «Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios». Porque no he venido a llamar a justos sino a pecadores. Mateo 9:12-13

Amado Padre que estás en el cielo, venimos ante tu presencia como hijos pecadores, imperfectos, que hacen muchas tonterías y que están involucrados en mucho de lo que es maligno y corrupto. Venimos a ti, Padre, sabiendo que tu amor paternal está con nosotros por toda la eternidad. Ten misericordia de nosotros y líbranos de todo daño y perjuicio que estamos obligados a sufrir en esta vida terrenal. Que la gracia que tu reino trae a la tierra borre finalmente los pecados de todas las naciones, para que se alegren como tus hijos porque los has ayudado. Que tu nombre sea alabado entre todas las naciones. Amén.