Edith Stein (1891–1942) creció en una familia judía ortodoxa. De joven volvió atea, pero se convirtió al catolocismo a la edad de 30 años después de leer la autobiografía de Teresa de Ávila, y entró en la órden carmelita. A causa de su ascendencia judía, fue ejecutado en Auschwitz por los nazis en agosto de 1942.