tomatos

Puedo ver la pérdida trágica de fe y familia que sufrieron mis ancestros judíos, redimida en mi propia vida, a través de mi conversión, al escuchar el llamado de Dios para mi vida y conocer la bendición de criar hijos que conocerán la maldición que carga la familia, pero, oro y confío, no se sentirán definidos por ella. Y cada domingo, celebro en adoración rodeada de una numerosa familia no biológica a la cual me une un poderoso vínculo mediante la sangre de un hombre judío que vivió y murió hace muchísimo tiempo y resucitó en un magnífico despliegue de misericordia que anula cualquier maldición. 


Fuente: “Judía y cristiana