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CajaNos hemos acostumbrado tanto a la idea del amor divino y la llegada de Dios en Navidad, pues ya no sentimos escalofrío de miedo, que la llegada de Dios debería despertar en nosotros. El mensaje nos es indiferente porque solo tomamos lo amable y agradable. Se nos olvida el aspecto más relevante: que el Dios del universo se acerca a la gente de nuestro pequeño planeta para revindicarnos. La llegada de Dios, ciertamente no solo son buenas nuevas. Ante todo son noticias espeluznantes, para quienes tienen una consciencia.
Fuente: Watch for the Light