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CajaCafeína para la consciencia
No solo la vida en general, nosotros también contribuimos a la oscuridad del mundo, así como sombras oscuras en un paisaje negro. Despertamos en nosotros escasísima confianza. Y ahora, este hombre de Nazaret viene y nos invita a reflejar la imagen de Dios, nos demuestra cómo él dice: tú también puedes ser luz, así como Dios es luz. Porque lo que está alrededor tuyo no es el infierno, sino un mundo esperando a llenarse con fe y esperanza. Este mundo es tu hogar, tanto y seguramente como Dios, quien lo creó, es Amor. Tal vez tú no lo crees, pero tú puedes amar este mundo. Es un lugar de Dios y tiene un propósito. Su belleza no es engaño; en él puedes llevar una vida con sentido.
Fuente: Puertas al Banquete – Parte III