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CajaCafeína para la consciencia
Hay un límite imperceptible entre prudencia y cobardía. Llamamos prudencia a la seguridad y a la flojera. Llamamos prudencia al no comprometerse, al no arriesgar nada personal. Creemos que con la edad aumenta la prudencia; sin pensar que también aumenta el conformismo. Danos sinceridad, para no llamar prudencia a la cobardía, al conformismo, a la comodidad.
Fuente: Lucho Espinal, testigo de nuestra América