Es cierto que fue crucificado en debilidad, pero ahora vive por el poder de Dios. De igual manera, nosotros participamos de su debilidad, pero por el poder de Dios viviremos con Cristo para ustedes. 2 Corintios 13:4

Señor nuestro Dios, venimos ante tu presencia y nos arrodillamos delante de tu trono, te pedimos de todo corazón por tu Espíritu, para que nuestras vidas sean guiadas y gobernadas por ti, el único Dios y Creador de toda vida. Haz que tu Palabra llegue a nuestros corazones. Danos tu bendición en todo lo que experimentemos en la vida y en todo lo que te pedimos cuando estamos ante ti. Somos débiles y necesitados. Nada podemos lograr, y nuestros corazones están cansados. Pero tú puedes fortalecernos, tú puedes hacer que todo salga bien para revelar tu reino en todo el mundo. Entonces toda la gente de nuestra época llegará a conocer que tu voluntad para la tierra no es de angustia y sufrimiento, sino de bondad, vida y eternidad. Amén.