Ignacio, patriarca de Antioquía, fue discípulo de Juan el Apóstol según la tradición cristiana. Esta lectura proviene de la Carta a los efesios que él escribió camino a su martirio en Roma, c. 108 d. C.
Nuestro Dios, Jesucristo, ha sido llevado en el seno de María, según la economía divina, nacido "del linaje de David" y del Espíritu Santo. Él nació y fue bautizado para purificar el agua por su pasión.
Al príncipe de este mundo le ha sido ocultada la virginidad de María, y su alumbramiento, al igual que la muerte del Señor: tres misterios sonoros, que fueron realizados en el silencio de Dios.
¿Cómo, pues, fueron manifestados a los siglos?
Un astro brilló en el cielo más que todos los demás, y su luz era indecible, y su novedad sorprendente, y todos los otros astros junto con el sol y la luna se formaron en coro alrededor suyo y él proyectó su luz más que todos los astros.
Y ellos se turbaron preguntándose de dónde venía esta novedad tan distinta de ellos mismos. Entonces fue destruida toda magia, y toda ligadura de malicia abolida, la ignorancia fue disipada, y el antiguo reino arruinado, cuando Dios se manifestó hecho hombre, "para una novedad de vida eterna". Y lo que había sido preparado por Dios se comenzó a realizar. Desde entonces, todo se conmovió porque la destrucción de la muerte se preparaba.
"Carta de San Ignacio de Antioquia a los efesios," XVIII: 2 – XIX: 3. Traducción de Juan José Ayán Calvo, Ignacio de Antioquía, Policarpo de Esmirna, Carta de la Iglesia de Esmirna (Ciudad Nueva, 1999).
Sobre el artista:
John August Swanson (1938–2021)
John August Swanson dijo una vez que su arte busca dar vida a las historias, infundir en el mundo una visión de lo santo, y descubrir lo divino entre lo cotidiano. Su arte muestra el don narrativo que recibió de su madre mexicana y su padre sueco. El arte narrativo de Swanson explora las raíces culturales de la experiencia humana y las narrativas religiosas que son fundamentales para la fe cristiana.