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CajaLas grandes nuevas confiadas a la Iglesia de Cristo han de ser llevadas a cada uno sin excepción. Todo el mundo debe oírlas. Esto no significa que todo el mundo está supuesto de afiliarse a la Iglesia comunitaria de Cristo en este momento particular de la historia. Pero lo que sí significa es que el mensaje de la verdad será revelado a cada ser humano – mensaje consistiendo en que la unidad en Cristo, tal como está demostrada en la vida de la iglesia-comunidad, es la meta de la historia de la humanidad. (Juan 17:20-23) Este mensaje dejará su rastro en lo más profundo de cada corazón, esté ya hoy o no esté todavía lista la persona para la Iglesia de Cristo.
Las potestades que reinan sobre las matanzas y las violencias, la impureza y la infidelidad, la mentira y la codicia, han crecido más fuerte que en cualquier otro tiempo. Y ahora se evidencia la verdad de estas palabras de Jesús: No llegará el último día hasta que no se haya proclamado el Evangelio de toda la creación en todo el mundo. (Mateo 24:14) Este evangelio anuncia el amanecer de una nueva creación.
Ya urge ahora que este Evangelio sea proclamado a todas las gentes y todas las naciones. Le incumbe a la Iglesia cumplir esta tarea. Fue la Iglesia la que mandó a los apóstoles. ¿Cómo han de ir si no son mandados? ¿Cómo pueden ser mandados sin que haya una autoridad para mandarlos? ¿Cómo podrán proclamar paz, si no han sido mandados desde un lugar donde reina la paz, y si no la traen consigo? (Rom. 10:15)
La misión debe ser un reto dirigido únicamente a personas ya atraídas en alguna forma por Dios. Nadie puede llegar al Padre si Él no lo atrae a Sí. (Juan :44) Dios es el gran despertador. Es Él quien sacude con los martillazos de los acontecimientos históricos. Pero no nos corresponde destrozar conciencias. A nosotros nos corresponde encontrar y reunir aquella gente y aquellos grupos, que ya han sido tocados en su fuero interno.
El llamado se dirige a todos. Quienquiera aspire seriamente a ser cristiano será muy bienvenido aquí, como todo el que desee dedicar su breve vida a amar, a dejar una existencia básicamente inútil y a seguir a Jesús, y ningún otro sino Jesús.
Simple y apostólica misión no necesita amplias aulas ni grandes conferencias. Es cosa mucho más sencilla. Consiste en encontrar el hilo vivo que conduce de persona a persona, de casa a casa, de una ciudad a la otra. Significa dar con los rastros de Jesucristo para descubrir por donde fue, en tal forma que nosotros podamos encontrar el lugar mismo donde Él había estado Y dar con este lugar es pura gracia…
Hay que decir que lo más importante no es juntar a individuos o a pequeños grupos para que vivan en completa comunidad. Tal cosa no correspondería a la magnitud de Dios. El objetivo principal de nuestra misión es revelar al mundo quien es Dios y cual es Su voluntad, y el poder que Él tiene de dar vida a un amor perfecto por intermedio de Jesucristo. También queremos mostrar, que ya ahora y aquí este amor puede verterse en tangible práctica en la vida comunitaria. Asimismo, es objetivo nuestro mostrar que aun en el día de hoy puede gente vivir unida, en la forma de completa justicia social y hermandad. Lo más importante es que todo el mundo, incluyendo tanto a los dirigentes como a las masas desfavorecidas, sepa que algo que casi ya se había olvidado, todavía sigue siendo posible realidad, y esto a pesar de todo.
Estos párrafos provienen del capítulo ‘Misión', del libro La revolución de Dios.
EDGAR GONZALES TECOCHA
LA VERDAD, CADA LECTURA LLEGA A LO M[AS INTIMO DE MI SER Y DOY GRACIAS A DIOS QUE PONE ESTO EN MIS MANOS, PARA COMPARTIR EN MI COMUNIDAD DE BODAS DE CANA, DONDE MI ESPOSA Y YO CONGREGAMOS. ME GUSTARIA TENER CONTACTO CON USTEDES/QUE DEBO HACER